Para que un gasista pueda colocar una estufa debe contar con matricula del ente regulador, para que se hagan reformas en una casa es necesaria la firma de un profesional de la construcción; para comprar un antibiótico hay que ir a una farmacia habilitada bajo a responsabilidad de un farmacéutico a cargo y una receta firmada por un medico. Esta muy bien, pues de lo contrario se dejaría en manos de personas irresponsables o sin formación adecuada, la realización de servicios que pueden resultar de sumo riesgo para la salud de las personas o de los bienes.

Contrariamente, el arreglo de un auto, que c}puede circular a altas velocidades lo puede hacer cualquiera sin ningún tipo de matricula o certificación de idoneidad, a veces sin tener ninguna clase de capacitación especializada, o responsabilidad; esto es insospechadamente peligroso. La mala praxis de quienes ejercen profesiones suele provocar menos daño que la que causa quienes ejercen oficios. Veamos algunos ejemplos:

Los vehículos actuales pueden circular legalmente a 120 km. en autopistas, y muchas veces lo hacen con neumáticos de supermercado que no resisten las exigencias de velocidad. La consecuencia de un reventón puede ser gravísima. Cuando deba reponer neumáticos asesórese en casas de trayectoria y prestigio, pues es la seguridad suya y de su familia la que esta en riesgo.

La soldadura autógena, que se sigue usando en la mayoría de los talleres de chapa y pintura ha dejado de ya utilizarse en todo el mundo al comprobarse que el efecto expansivo del calor, y la incorporación de oxigeno a loa metales debilita su consistencia por alteración molecular favoreciendo la corrosión y por ene la resistencia.

Sin embargo en los «talleres del barrio» se sigue soldando largueros de estructura «falso chasis» con autógena, lo que hace que ante el impacto la carrocería este debilitada potenciándose el riesgo para la vida de los ocupantes del vehículo. Se debería exigir el uso generalizado y obligatorio de «soldadura de argón» en los talleres de chapa, con prohibición de la autógena. Mientras tanto, Ud. exija para sus reparaciones el uso de los actuales sistemas de soldadura que ya varios talleres de la zona ya han incorporado la nueva tecnología.

Los sistemas de carburación o inyección deben ser cuidadosamente reparados con herramientas adecuadas y por personal altamente capacitado. El combustible puede derramarse por desbordes o perdidas a consecuencia de reparaciones mal terminadas provocando el incendio del automóvil, a veces con ocupantes en su interior. sugerencia: no deje tocar su vehículo si no es en taller especializado en la marca, preferente una concesionaria. Puede costarle algún peso mas, pero lo ganara en seguridad.

Servicios de electricidad que no estén perfectamente efectuados pueden causar cortocircuitos que llevan al incendio. Hay autos que se incendian estando estacionados. Si esto ocurre de madrugada cuando el auto esta en el garaje dentro de su casa son impensables las posibles consecuencias. Sugerencia: hágale colocar a su auto un interruptor que corte la conexión con la batería durante la noche.

El tren delantero, los frenos y la dirección no son juguete. Muchos accidentes ocurren por fallas e los ajustes de sus partes. Lleve siempre el auto a talleres especializados en este tipo de reparaciones, y que cuenten con maquinaria y herramental adecuado a los trabajos a realzar.

Finalmente, exija siempre la factura, no solo por una cuestión impositiva, sino por que ante un problema que pudiera surgirle después de una reparación defectuosa, con la factura Ud. podrá probar la realización efectiva de los servicios en determinado taller, que tipos de trabajos fueron realizados, reclamando la garantía o la responsabilidad por las consecuencias dañosas de los deficientemente realizados.

No se olvide que la ley de Defensa del Consumidor es una protección que todos tenemos, no solo frente a los bancos o las telefónicas, sino también ante un mecánico que por su deficiente servicio ocasiono un incendio, un choque, o cualquier otro daño en el auto o a las personas.

Se debe reglamentar y controlar la actividad de los chapistas, electricistas, gomeros, mecánicos, etc., un negocio no se habilitara sin que tenga todas las condiciones de seguridad, baños, matafuegos, aireación, etc. Sin embargo cualquiera quien tenga un mameluco y una fosa es mecánico y se pone a practicar con la seguridad de los demás. Es hora de tomar conciencia y reglamentar las condiciones mínimas de eficiencia para que los autos que circulan por la calle sean menos peligrosos. Mientras tanto utilicemos únicamente los servicios de talleres jerarquizados y responsables.